sábado, 7 de agosto de 2010

01/08/2010 – Redescubriendo el oeste de Tokio

Domingo, día de madrugar y ver Shinjuku-Shibuya. Para muchos, un día muy esperado. Para otros, un día de grandes contrastes. Sobre el papel, la ruta de todos los años. En la práctica, una visita totalmente diferente. Y para empezar, una mañana de sorpresas… durante la noche, en la habitación de Javi y Yolanda (la 307 que sin yo saberlo se habían cruzado el primer día con Francesc y Juana) han aparecido un montón de bichos. En fin, rodeados y acosados, se han despertado comprensiblemente sobresaltados en mitad de la noche y les han pasado a otra habitación mientras se disculpaba el único que queda en el hotel durante ese turno… buff, menuda papeleta. Ahora tienen una habitación más grande, pero ya veremos qué pasa a la vuelta de unos días cuando la fumiguen, porque claro, no es la contratada.

Empezamos entonces la ruta, poco puedo hacer yo con este primer problema que no hayan hecho ya ellos… Primera parada, como siempre, los dos observatorios de ambas torres del ayuntamiento. Esta vez, para innovar, vamos en metro hasta Shinjuku, y descubrimos un pasadizo subterráneo y con aire acondicionado que hace las delicias de la gente… ¿Por qué no interconectarán toda la ciudad así? Para el verano sería fantástico.

Centro de turismo, revisión de bolsos, vista de águila de la ciudad (no, hoy tampoco vemos el Fuji, pero casi… se puede intuir en la distancia, a diferencia de otros años está bastante despejado), un traguito de agua y vuelta a la calle. Pero esta vez a las bravas. Va subiendo la temperatura y ahora ya no hay quien se escape.

De japon2010

Para no variar entramos al templo Senshoji desde el norte, a donde hemos llegado en una corta pero acalorada caminata. Hoy estamos de suerte, vemos un grupo de personas presentando sus respetos, en lo que parece una ceremonia de alguna celebración. Después una pareja de novios nos rodea con su sequito de boda… Algunos incluso se animan a dejar una tablilla escrita con sus deseos. En fin, ¿qué más se puede pedir de la visita a un templo?

La ruta dice que la tercera parte es ver el parque Yoyogi, a los rockabillys, lolitas y demás, mientras comemos en los puestitos, pero los grupos son diferentes cada vez y nos vamos a un restaurante de verdad en pleno Takeshitadori, adelantando la cuarta parte de la visita del día. Con la tontería, hacemos el recorrido completo por la famosa calle de tiendas de moda y tras la comida (con descanso y aire acondicionado) vamos por fin al parque.

Que quede claro, desde que el año pasado se pusiesen duros con la norma de ruido en la calle, ya no hay grupos de música como en 2006 (siempre hay alguien en solitario dando la nota, eso sí). Además, los góticos y las lolitas parecen haber encontrado otro sitio u otro momento para reunirse, porque apenas vimos un par por la zona. Pero el rock japonés nunca muere…

Además, un paseo por el interior del parque nunca defrauda. Sin duda un ejemplo de expresión personal, con la total aceptación del resto, y una completa falta de vergüenza de la que deberíamos aprender los europeos. Chicas ensayando desfiles, coreografías de animadoras, grupos practicando con los tambores, gente corriendo, reunión interracial de padres con sus bebes gateando por el césped… y un largo etcétera.

De japon2010

Destrozados por un largo día (no me aguantan nada), el grupo decide dejar Shibuya para otro día, por lo que nos volvemos al hotel, visitamos el ofuro del Edoya, y salimos a cenar por las proximidades ya más tranquilos y frescos.

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