Cuando se va a Japón por primera vez, la emoción del momento te embriaga, y es difícil darse cuenta de que tienes el reloj biológico alterado. Todo es nuevo, y no hay momento que perder en verlo, sea de día o de noche, estás al 100%. Cuando ya no es tan nuevo (por mis sucesivos viajes) antepones la comodidad, y si eres de los que no duerme en el avión, prefieres llegar por la tarde-noche, a tiempo de cenar algo y dormir, para “sincronizarte”. Justo eso pasa al volver. Que de nuevo no tiene nada lo que te espera en casa, así que sólo quieres llegar.
Después de madrugar un poco, la espera en Narita, las dudas respecto del peso de la maleta (¿no entienden que en Japón hay muchas cosas interesantes y tu quieres llevártelas todas contigo?), las interminables horas de vuelo (que no te importaron al ir), y lo peor… el curro esperando.
De japon2009 |
Sacando conclusiones de este viaje, no puedo negar que me lo he pasado muy bien. Que he pateado Tokyo, en el sentido literal de la expresión, y descubierto un poco sus barrios menos turísticos. Además, la academia ha resultado muy útil para cimentar mi japonés. Y espero seguir en contacto con los amigos nuevos que hemos hecho estos días. Además, Akira me ha conseguido un teléfono móvil, para las próximas ocasiones, aunque aún me falta decorarlo para integrarme un poco más con las costumbres de aquel lugar. En general, he tenido tiempo de hacer de todo: excursiones, playa, fotos, estudiar, compras, pasear, relajarme, descubrir nuevos platos y sitios,... pero sobretodo no estresarme.
1 comentario:
Que te vaya bien el viaje de vuelta!
A no, que ya te fue bien. Es lo que tiene publicar con retraso :-PP
En cuanto al presente, a ver si no se te hace muy larga la semana, y a pensar que dentro de nada hay un martes que es festivo.
Salu3 David
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