lunes, 18 de mayo de 2009

Cómo moverse por Japón (4): Servicios urbanos

Después de varias entradas comentando pases, bonos y formulas raras de transporte, llego por fin a lo más mundano, el metro, el autobús y el taxi, como formulas para moverse por la ciudad. Sobre todo me centraré en explicar cómo sacar los billetes para un viaje sencillo, o uno de ida y vuelta, ya que estoy seguro de que no necesito explicar en qué se diferencian un tren de cercanías, el servicio de metro, o el autobús. Así por tanto, y suponiendo que no estamos usando ningún pase especial (además del ya comentado Japan Rail Pass, existen bonos de 1-3-5 días para regiones como Kansai, el metro de Tokio, etc) voy a empezar explicando el sistema de precios del metro-tren-monorraíl.
Cada compañía tiene sus misterios, pero se parecen mucho todas. Lo fundamental es saber dónde estamos y a donde vamos. Ir del punto A al punto B puede ser directo (fácil) o con transbordos (algo más difícil). Algunas veces incluso los transbordos pueden ser entre compañías (más complicado de cara al billete), una estación de transbordo pueden resultar dos (más complicado de cara a moverse entre ellas), y ya si te tocan las estaciones en obras es la repera. Pero en general, los japoneses no reparan en carteles indicativos. Por no molestar, tienden a no preguntar, les da mucha vergüenza, así que las autoridades lo pueblan todo de carteles. Y ya que están, al menos por las zonas en que me he movido, los nombres de los sitios están en Kanji, Hiragana y Romance, así que podemos entender donde vamos.

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Teniendo claro dónde estamos y a donde vamos, lo primero es buscarse en el cartel que explica las líneas que tenemos a nuestra disposición. En el ejemplo superior, vemos la zona de Kansai desde Kyoto (marcada con un cuadrado rojo en medio de la línea azul). Como es nuestra estación origen, no tiene asociado ningún importe (evidentemente). Ir a Tokio, por ejemplo, supondría salirse del sistema de trenes regionales (550 km) así que no aparece, pero podríamos ir a Osaka (50 km) aunque ya se que no es el mejor ejemplo de transporte urbano, pero el plano del metro de Kyoto es demasiado sencillo (sólo tiene donde líneas) y el sistema JR (que vemos) es igual en todas partes (y la base del resto de compañías). Así que lo siguiente será buscar nuestra estación destino desde donde estamos. Además de conseguir el importe del billete, este sistema nos indica que transbordos debemos hacer para llegar a donde queremos. Osaka cuesta 540 yenes, y está más a la derecha de Kyoto en la misma línea azul. Ya puestos, podríamos comprar un billete directo a alguna zona de Osaka valiéndonos de la "Osaka Loop Line" (el redondel rojo bajo Osaka, que en realidad es la estación central, a las afueras de la ciudad). Cada estación tiene un precio asociado: 690, 780, 890… yenes.
Así que está claro, habremos de pararnos un momento frente al cartelón, haciendo un ejercicio de observación y paciencia, para encontrarnos, ver dónde vamos, decidir cómo, y retener el nombre del transbordo si lo hubiere. Con esa información, atacamos la máquina expendedora de billetes, en la que se marca primero de todo el importe que vamos a pagar, cuantos billetes queremos, y finalmente se le mete el dinero.
Para los transbordos entre compañías, el sistema es menos evidente, aunque se pueda poner en ingles en la mayoría de las máquinas. Y es que deberá existir un botón especial por cada compañía y línea, que deberemos seleccionar antes de marcar el importe que nos corresponde. Aquí sólo puedo desearos suerte, frente al resto del proceso, que una vez pasada la primera vez, a mí me resultó bastante fácil.

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Pasemos a los autobuses. Lo primero que choca es que se sube por la puerta trasera (creo que en algún caso se sube por delante, pero no los he visto, ni se en que ciudades están). Lo segundo es que no se paga al subir, se coge número, como en la pescadería. Ya en marcha, lo prudente es tener cambio a mano, porque como ya os estaréis imaginando se paga al salir por delante, y para evitar aglomeraciones, los japoneses disponen de una máquina que distingue los tickets y cuenta el dinero. Básicamente, hay que lanzar monedas y papelito a una hucha, con el importe exacto, la cual emitirá un sonido de conformidad para cada pasajero que baja. Pero ¿Cuál es el importe? ¿y donde consigo cambios? Como es normal, no se debe entretener al chofer, así que mientras el autobús viaja de una en otra parada del recorrido, debemos aprovechar a cambiar divisa en el dispensador que hay bajo la hucha. Admite monedas y billetes, devolviendo moneda fraccionaria variada… todo un invento. Bien, nos acercamos a nuestra parada, ya hemos cambiado monedas y seguimos esperando turno con el papelito en la mano. Sobre el frontal del autobús, habremos visto un tablero luminoso que va cambiando… esos son los importes, y cada número tiene su precio actualizado como en la Bolsa. ¿Qué número tienes? Sirva un ejemplo, si al subir nos hubiesen dado el número 14, habríamos visto subir la minuta desde los 220 yenes de importe mínimo, hasta los 880 yenes que marcaba en el momento de la foto. Con precios así, merece la pena pasarse por la estación central de Kyoto y comprar un bono de turista para un día.

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Además de trenes, metro, monorraíles y autobuses, algunas ciudades como Hiroshima disponen de servicio de tranvía, y por supuesto siempre nos queda el taxi. En el primer caso, cada ciudad se organiza de una manera diferente, así que mejor lo descubrís sobre el terreno. En cuanto al taxi, no hay mucho que explicar, es como en España. Le dices al chofer el destino y pagas al llegar. Quizás lo más reseñable es el GPS que llevan en Tokio, que es capaz de conocer los destinos al meterle el número de teléfono fijo que tiene el sitio al que vas (pero no el 100% de los vehículos lo llevan aún). Otra cosa para mencionar es que las puertas traseras se abren y se cierran desde los mandos del chofer (emulando que baje a abrírtela y cerrártela él), así que no os peléis con las puertas (esto existe en casi todo Japón). Por último, deciros que suelen llevar pegado en el cristal de la puerta el precio de la bajada de bandera, y que podéis ahorraros hasta 120 yenes si escogéis bien el taxi… Para los despistados, conviene siempre (incluidos el tren y autobús) llevarse el destino apuntado en un papel, para enseñarlo en caso de duda, la mímica japonesa está muy evolucionada.

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