sábado, 31 de enero de 2009

わたしの せいかつ

日本語を しって いたら、 日本を しって いますから、 べつのことを はなそう。 三十さいの おとこ です。 こうこうの クラスメートから 「マンガ」 ぬすみました。 その あと 日本語の プライベート• レッスンを うけて、ちょうせんを きにいりました。 だいがくで ちゅうだん しましたが、 まなんだことを うしないません でした。 いま もういちど べんきょう して います。 この 十二月、 日本語 のうりょく しけんの 三きゅうに ごうかく したい です。 こううんを いのって ください。

べんきょう した ところ と おなじ がくぶで おしごとを します。 コンピューターの ぎじゅつしゃ です。 だから すべての しょくいんと かれらの ひつようを しって います。 でも、 おしごとは いえから 百キロ ですから、 おぢうを たっせい したい です。 かんりしょくは ろうどうくみあいと じゅうぎょういんを ひろげる ように はなして います。 わたしの ような タイプの しょくは いえから 二キロに あります。 あなたたちに つずきを いおう。 その あいだ べんきょう つずけます。

De japon2007

miércoles, 28 de enero de 2009

Hotel Arden

Fuera de todas las rutas habituales de turismo para extranjeros, existe un hotelito junto al volcán Aso muy interesante. Bueno, realmente el hotel está en el antiguo cráter del volcán, lógicamente con su baño termal, pero está a unos kilómetros de la cima actual (mucho más pequeño que el " cráter natural más grande del mundo"). Pese a ser suelo volcánico es aprovechable, porque lleva tanto tiempo inactiva la boca principal que los japoneses lo han adaptado para su vida cotidiana (trenes, carreteras, cultivos…), ahora es verde y está lleno de vida (ya digo que es muy grande, pues tiene más de 100 kilómetros de diámetro). Sólo una montaña en medio de la hondonada recuerda con su fumarola que el entorno fue en algún momento un volcán duro de pelar.

Tanta actividad en el subsuelo ha propiciado el interés por la región. La visita al volcán activo, puede aderezarse con un magnifico paisaje, rutas por el campo y ¡balnearios naturales! Uno de estos lo ofrece el “Arden Hotel Aso”. Aunque en realidad creo que primero se aprovechó/construyó el balneario…

El hotel ofrece dos tipos de restaurantes, una sala de ceremonias, magnifico y amplio jardín, habitaciones occidentales y orientales, tienda de suvenires, un acceso cada día de estancia al balneario… He visto en la oferta de una web que también ofrecen internet en las habitaciones, pero en mi visita no pudimos usarlo (quizás sea algo nuevo, no se). La verdad es que está pensado para japoneses, y al ser pocos los extranjeros que los visitan, nos trataron a cuerpo de rey las dos noches que estuvimos. Quiero repetir la experiencia con más tiempo, y realizar alguna actividad de "campo" más allá de ver el volcán. El único problema que le veo a esta visita/zona/hotel es que está muy lejos, en una zona de difícil acceso. Esto es, tienes tren para llegar, pero es un gasolino que para subir al cráter viejo debe escalar una ladera incluso marcha atrás en una parte de la ruta (muy divertido). Llegar hasta Kumamoto son también muchas horas de viaje. Pero el sitio es estupendo. Hablaré de esta experiencia cuando relate mi viaje de 2008.

Centrándome en el hotel, diré que las habitaciones tienen buen tamaño, con televisor y neverita, que el personal es muy atento y dispuesto, que tiene un entorno propio muy cuidado (acceso, jardín, parking), que existe un konbini justo en frente… Repetiré.

De japon2008De japon2008


Datos de contacto y situación:
Sitio web: http://www.arden-aso.jp/
Dirección: Choyo Son, Aso Gun, Kumamoto Pref, Japan T869-1402
Telefono: 0967(35)1241
Fax: 0967(35)1245

Estación Akamizu (línea Höhi) a 15 minutos andando (un par en taxi).


Ver mapa más grande

lunes, 26 de enero de 2009

11/08/06 – Ruta mangaka

Hoy es el despertador quien marca el ritmo. Parece evidente que ya hemos puesto nuestros relojes internos en hora, y que hemos asumido nuestra rutina japonesa. Nuevamente arroz, mañana, tarde y noche, ¿no han oído hablar de la dieta variada? Como no podría ser de otra manera, mi estomago tan de mañana no es capaz de tanto desayuno, así que no se repite el atracón del día anterior. Hay que tener en cuenta que la comida más importante del día aquí es la cena, así que aún voy cargado.

Salimos de Tokio, pero no de la provincia, para ver el museo Ghibli. Es evidente en este punto que mis conocimientos sobre el mundo manga no son tales, soy un completo analfabeto, pero bueno, lo mío es el hentai y la informática, no puedo quejarme. Esto tiene de bueno que todo lo que veo es nuevo para mi, y en un museo hay siempre donde mirar. Bonito, pero lo dejo a los entendidos.

Hoy es la jornada manga, y lo siguiente es el Comiket. Una reunión de otakus donde prima la venta de artículos que cada uno ha preparado añadiendo guión a sus series favoritas. Mucha gente en poco sitio, pero el autentico problema ha sido que el trafico es duro en Tokio, por lo que hemos llegado comiendo en el autobús y justo una hora antes del cierre. Yo, opto por comer tranquilo y no entrar. Antonio se quedará y volverá por su cuenta, aprovechando el tiempo que tarden en desalojar. Otros volverán mañana o pasado.

El resto del grupo vamos al Oedo Onsen. Un balneario profesional (no como el chiquitin del hotel) que lleva el nombre antiguo de Tokio. Primero, fundamental, zapatos fuera. Para evitar suspicacias los casilleros donde dejar los zapatos se cierran con llave. Lo segundo es elegir un Yukata, el kimono típico del verano. Con el Yukata, nos vestiremos dentro de las instalaciones, salvo cuando entremos al baño. Otro casillero, esta vez para meter toda la ropa, mochila, etc. Hay hago el cambio de llave. Ya más ligeros, entramos a una plaza cubierta, llena de puestitos, por la que comprar comida, jugar, o lo que se nos ocurra, y nos lo van cargando en el número de cliente que nos han asignado mediante un código de barras en la llave (el dinero se ha quedado en la segunda taquilla). Después de unas vueltitas, encontramos el baño (estoy seguro de que lo habríamos encontrado antes si hubiéramos sabido los kanjis que lo señalan). Tercera taquilla y toalla, Yukatas fuera, vamos a bañarnos.

La primera piscina que probamos es de agua salada, oscura, que suponemos tiene sales super minerales, traídas de algún monte santo, o algo así. La cosa es que está a 40º, y no es la peor de las piscinas. Las hay de hasta 50º, o si te gusta más el frío te reservan una de 0º. Agua dulce, agua salada, con chorros, con sales relajantes, bajo techo, en la calle ... en fin, como digo un onsen profesional, pero lleno de gaijins ante la atónita mirada de los habituales. Yo he rematado la sesión con un masaje de 30 minutos que me ha dado un caballero de instinto asesino que no ha dejado de presionar ningún punto de la espalda y los pies que no me doliesen.

 YAYUYO
Kきゃ (kya)きゅ (kyu)きょ (kyo)
Sしゃ (sha)しゅ (shu)しょ (sho)
Tちゃ (cha)ちゅ (chu)ちょ (cho)
Nにゃ (nya)にゅ (nyu)にょ (nyo)
Hひゃ (hya)ひゅ (hyu)ひょ (hyo)
Mみゃ (mya)みゅ (myu)みょ (myo)
Rりゃ (rya)りゅ (ryu)りょ (ryo)
Gぎゃ (gya)ぎゅ (gyu)ぎょ (gyo)
Jじゃ (ja)じゅ (ju)じょ (jo)
Bびゃ (bya)びゅ (byu)びょ (byo)
Pぴゃ (pya)ぴゅ (pyu)ぴょ (pyo)


De japon2006

lunes, 19 de enero de 2009

10/08/06 - Amanecer

Madrugada en Japón. Después de tanto no dormir esperando a llegar, parece que el recibimiento del futon no nos ha sentado tan mal y hemos podido dormir de un tirón. Tanto es así, que Jesús, compañero de habitación, y yo, nos hemos despertado con mucha antelación victimas del “jetlack”, así que hemos dejado a Antonio durmiendo para probar el mini “onsen” de que dispone el hotel Edoya, con tres bañeras-piscinas con agua a distintas temperaturas: fría, caliente, y otra exterior más caliente aún. Incluso, en la zona para hombres, el hotel está equipado con una sauna. El japonés que ha entrado a las 6 am se ha sorprendido mucho al vernos allí, de piscinita en piscinita, pero sinceramente, es lo más divertido del “onsen”, y tampoco puedes quedarte en la misma todo el rato.

Lo siguiente es recuperar a Antonio de los brazos de Morpheo, para desayunar y prepararnos para nuestra primera excursión. Hoy nos tocará cruzar la ciudad de Tokio de este a oeste. Nos han dado unos vales para el desayuno, al parecer el restaurante que hay debajo del hotel sirve al hotel por las mañanas, mientras que por las tardes y noches funciona de forma independiente. Veremos cuando nos toque el día de la cena gratis. Mientras tanto, hoy desayunamos en él, como haremos cada día hasta irnos, y para ello ponen a nuestra disposición de varios platos para cubrir los gustos de locales y extranjeros. Hoy me decanto por los fideos, el arroz, un poco de pan, agua, leche, además de algunos añadidos para “dar sabor” (expresión muy típica de por aquí).

Ya en el autobús, comienza verdaderamente el día. La primera parada es la Torre de Tokio, con 333 metros de altura y dos observatorios a distinto nivel. Como nosotros somos más guays que el resto, subimos a arriba del todo, para tener un vistazo completo de la extensión de la ciudad, pero nadie nos había avisado de que necesitaríamos cuatro o cinco torres como esta repartidas en varios puntos para poder completar esta vista general. Definitivamente, ahora entiendo como caben 12 millones de habitantes aquí… Según vamos bajando de observatorio en observatorio, y después a los distintos pisos del edificio que se encuentra empotrado debajo de la torre, vamos teniendo nuestro primer contacto con el comercio japonés. Hacía tiempo que no disfrutaba de unas vacaciones en las que me sintiera como un turista, de puesto en puesto, donde todos quieren que llenes las maletas con lo suyo. Afortunadamente, me he controlado. Como resumen de la torre, diré que las vistas son impresionantes ya desde el primer observatorio a 150 metros, más arriba, ni se ve el final, ni muy bien los edificios colindantes. Lo mejor será subir a varios, pero no tan alto como el segundo observatorio.

La segunda parada es el parque junto al palacio imperial. La verdad es que nos gustaría a todos entrar y ver el patio-jardín interior a los muros del palacio, pero nos obligan a quedarnos a cierta distancia de la puerta principal. Sólo se puede entrar dos días al año, ambos en navidad. Por primera vez en una excursión me siento defraudado al no poder ver algo. Es como si mañana en la Alhambra sólo te dejasen verla desde el aparcamiento de los autobuses. Entiendo que el emperador vive ahí dentro, pero me esperaba que por “los jardines” se entendiese los interiores a los muros, no los de alrededor.

Seguimos la ruta hasta el templo Sensoji, convirtiéndose así en nuestro primer templo japonés de varios que tenemos programados. Para poder comer bien, todos, y juntos, la visita la hacemos en dos fases. Entramos desde una zona lateral, la guía nos explica un poco el lugar y localizamos el acceso principal flanqueado por decenas de puestitos donde seguir llenando la maleta. Con eso, nos vamos al restaurante que está a dos manzanas y después cada cual invertirá su tiempo como guste. La verdad es que un vistazo siempre hay que dar a las tiendas, pero le he dedicado más tiempo al templo, la campana, la pagoda, el sitio donde lavarse las manos, o donde purificar el alma y pedir buena fortuna… vamos, que si funcionase todo esto, sería un chollo de sitio.

De vuelta en el hotel, como es pronto, y después del descanso de anoche aún nos sentimos en plena forma, nos metemos de lleno en Akihabara, el barrio electrónico de Tokio, que con buena vista está a escasas 3 manzanas de donde nos alojamos. Será sin duda para mucha gente del grupo un sitio de escapada diaria, de hecho, hay varios que ayer tarde ya no pudieron evitar acercarse. Akihabara es sin duda uno de los centros de atención más importantes de Tokio para el viajero. Yo por mi parte, no tengo intención de comprar nada y para ayudar a esta idea lo veré poco, pero reconozco que la oferta es indescriptible. Luces de tiendas por todas partes, varios pisos, incluso sótanos, gente gritando para animarte a entrar en su local, ordenadores, consolas, juegos, cachivaches, cámaras… todo esparcido en tiendas particulares, cadenas de negocio, centros comerciales… Aprovecho para “retar” a este monstruo para conseguir la única cosa que de haber me compraría, una batería adicional para mi portátil. En el tiempo que tengo, tras varias consultas (entre tienda rastreada y rastreada), he acertado a encontrar otras de otros modelos de Vaio, pero no del mío, y los japoneses que me han atendido parece que sólo quieren vender lo que está en las vitrinas. En fin, he decidido dejar los juegos hentai en sus estantes por el momento, pero he visto algunos títulos no tan nuevos que no tengo a buen precio (1.500 – 2.500 yenes) y otros nuevos asequibles (5.500 – 6.500 yenes), pero ya digo que me he controlado. Veremos que pasa en Osaka, o Kyoto, donde también hay barrios así (aunque menos conocidos por los extranjeros). Dicen que Osaka es incluso más importante en estos temas, aunque puede que me salga mal y no pille nada por esperar tanto. Lo veremos.

Para mi el día termina en el restaurante del hotel, esta noche nos ha tocado cenar gratis, puesto que al ser tantos en el viaje, no podemos ir cuando queramos, y dado que no volveremos a Tokio después de ver Kyoto, somos los primeros que deben aprovechar esta invitación. Visto el sitio por las mañanas, lo primero que cambia para nosotros es quien nos recibe, que no es el mismo encargado, sino otro mucho más “vestido” para atendernos. Por un momento, el restaurante parece ser otro sitio, un sitio caro debo añadir. Nos corresponden dos platos del menú a elegir. Es la primera vez que estoy en un japonés, y la primera también que me enfrento a la difícil tarea de decidir que comer sólo viendo su nombre, y no una imagen. No voy a poner aquí los nombres de los platos, por que sinceramente, ni los estoy apuntando, directamente empiezo a discriminar mis gustos en función del plato una vez visto. Para la ocasión he topado con unas “croquetas” y una sopa con lomos de ¿sardina? Quizás esto último es lo que más fuerte me ha resultado en mis primeros días de contacto con la cocina nipona, pero en general estoy teniendo suerte, y me va gustando todo.

 AIUEO
Gが (ga)ぎ (gi)ぐ (gu)げ (ge)ご (go)
Zざ (za)じ (ji)ず (zu)ぜ (ze)ぞ (zo)
Dだ (da)ぢ (ji)づ (zu)で (de)ど (do)
Bば (ba)び (bi)ぶ (bu)べ (be)ぼ (bo)
Pぱ (pa)ぴ (pi)ぷ (pu)ぺ (pe)ぽ (po)


De japon2006

martes, 13 de enero de 2009

Cómo pasar inmigración y la aduana

Ya he comentado mi primera experiencia con la burocracia japonesa, al llegar al aeropuerto de Narita en agosto de 2006. Más adelante comentaré mis entradas al país del sol naciente, tanto por Kansai (marzo de 2007), como la sorpresa de ver funcionando el nuevo sistema que usan en inmigración la segunda vez que entré por Narita (agosto de 2008). Mientras tanto, voy a comentar la parte burocrática del asunto, para que otros viajeros sepan lo que les espera, o donde informarse un poco más.

Primero de todo, diferenciar claramente “inmigración” de “aduanas”. Ambos son dos departamentos que deben tratarse por separado, y que nos encontraremos sucesivamente antes de entrar en el país. Cada uno de ellos se ocupa de un tema, y tiene un protocolo (y papeleo) diferente.


INMIGRACIÓN

Superado las más de 10 horas de vuelo, y sintiéndonos como un tramo muy usado, la primera barrera que tendremos que superar para entrar en Japón es su control de inmigración, el departamento encargado de controlar quienes están en el país, con qué fin y hasta cuándo.

Desde finales de 2007 se ha puesto en marcha un nuevo sistema biométrico para el control de la inmigración, así pues hay una completa burocracia que superar sin casi cruzarse ninguna palabra con el funcionario encargado de atendernos.

1) En el avión suelen repartir unos formularios (que si no podremos rellenar también antes de ponernos a la cola) donde indicar nuestros datos, motivo del viaje, vuelo en que llegamos y en que nos vamos, fecha de salida, lugar de alojamiento, declaración jurada de que somos buenas personas y no pensamos atentar contra el país, montante que llevamos encima...

2) Cuando por fin nos atiendan (la cola puede durar un rato), debemos entregar nuestro pasaporte que será revisado, contrastado y escaneado, junto con el papel anterior.

3) Nos indicaran que pongamos nuestros dedos índices de cada mano en unos sensores bajo una pantalla. Son dos chapitas de metal que tomaran nuestras huellas, a la par que el monitor nos saca una foto con la cámara que integra en la parte superior de la carcasa… ¡sonreid!

4) Si todo va bien, nos devolverán el pasaporte con parte del primer formulario grapado en él (nos quitarán el resto al salir), a la par que nos indicarán amablemente que pasemos por un lateral del mostrador a la siguiente estancia del aeropuerto.

Ni que decir tiene que los japoneses y residentes habituales del país entran por una fila diferente, sin tanta tontería.

De Japon generalDe Japon general


No debemos olvidar que regímenes de estancia existen en Japón para que los extranjeros podamos visitarles o incluso vivir allí. Cualquier español puede estar hasta 90 días seguidos como turista, o asistiendo a algún congreso, visitando a la familia, por alguna reunión de negocios o similar, siempre que los motivos no sean remunerados.

Quienes deseen ir a estudiar, deben obtener previamente el aval de la academia/universidad en la que quieran cursar sus estudios y pedir un visado para estudiantes en la embajada, previo al viaje, por el tiempo que duren los estudios. Lo mismo pasa con quienes irán a trabajar, que deben tener primero el aval de la empresa. Y aparte quedan quienes están casados con un japonés.

En cualquier caso, lo mejor es informarse directamente en la embajada.


ADUANAS

Pasado el control de inmigración, procedemos a recoger nuestra maleta, y es cuando llega la aduana. La maleta (lo que llevamos dentro) debe lograr el permiso de entrada al país. Para ello, nos encontraremos una fila de mostradores (similares a los de un supermercado, a diferencia de las ventanillas de inmigración) donde los funcionarios de este departamento nos volverán a pedir la documentación, junto a un segundo impreso repartido en el avión en el que tendremos que declarar qué estamos introduciendo en Japón. Hay toda una lista de cosas que no nos admitirán entrar (explosivos, armas, drogas, pornografía, obras pirateadas...), aunque luego se puedan conseguir allí. Otras están limitadas por peso o volumen (tabaco, alcohol, perfume...), y podrían obligarnos a dejar el exceso o incluso a pagar los impuestos correspondientes según su legislación. Se tratan a parte medicinas, plantas, animales, coches, cosméticos...

Se supone que las maletas son escaneadas mientras se mueven por el aeropuerto, incluso olidas por perros de policía. El funcionario que os atienda podrá pediros que le enseñéis el contenido de la maleta e incluso registrarlo. El extremo (que aun no he visto en nadie que viajase conmigo) es que se lleven a un aparte y registren incluso a la persona como en las películas, en busca de drogas, por ejemplo.

Relativo también a la aduana japonesa están las compras “tax-free” que realicemos en Japón. Además de las importaciones al llegar, hay que tener cuidado con las exportaciones al salir, y entre ello se incluyen nuestras compras “tax-free”. Cada vez que una tienda nos descuente el IVA japonés, la tienda tendrá que justificarlo a su Ministerio de economía, y nos grapará en el pasaporte un resguardo de tal justificante para que en la Aduana de salida lo recojan los funcionarios correspondientes. Lo mejor es que lo grapen directamente en la trasera del resguardo que inmigración nos pone al salir, de modo que retiren del pasaporte todo de una vez en la salida.

La exención de impuestos en Japón sólo se realiza en tiendas autorizadas, y en teoría todas esas compras deben ser declaradas al llegar a España en nuestra Aduana (recordad, 16% de IVA).

 AIUEO
Hは (ha)ひ (hi)ふ (fu)へ (he)ほ (ho)
Mま (ma)み (mi)む (mu)め (me)も (mo)
Yや (ya) ゆ (yu) よ (yo)
Rら (ra)り (ri)る (ru)れ (re)ろ (ro)
Wわ (wa) ん (n) を (wo / o)


De japon2006